13 enero 2016

Viaje al Subsuelo de la condición humana

Subsuelo. Concepción Martín en La cueva del erizo

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Quizá los mayores aciertos en la construcción de esta novela sean la elección de la voz narrativa y del tiempo. La historia se articula mediante la voz de un narrador omnisciente pero que juega con la duda, con la posibilidad, al igual que juega con el cómo, el qué y el cuándo contar. El narrador conoce toda la historia, la conoce además desde la perspectiva de todos los personajes, pero aun así la información se nos dosifica con cuentagotas. Además, los saltos cronológicos son constantes. La información llega a través de flashbacks y de saltos al futuro, por lo que la historia se nos presenta fragmentada y es el lector el encargado de ir componiéndola. Estos recursos hacen de la lectura un ejercicio de composición a la vez que incrementan el suspense.

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